miércoles, 2 de diciembre de 2009

Violencia y libertad de expresión

A veces los periodistas no tienen la oportunidad de manifestarse libremente, o sí la tienen, pero no les conviene usarla como se quisiera, debido a circunstancias que te lo impiden, generalmente vinculadas a la postura que tiene el medio para el cual el periodista trabaja. En reciente caso, Diego Gvirtz, productor de TVR (Televisión registrada), programa de “chimentos” que va por Canal 13 y dueño de la productora PPT (Pensando Para la Televisión), hizo emitir fuertes informes en contra de Clarín, empresa dueña de ese canal.
Aunque este es el principal, existen otros motivos como la conveniencia, por ejemplo, si un periodista critica fuertemente a un jugador o un técnico, es posible que cuando este necesite entrevistarlo, el criticado se niegue, caso reciente de Diego Armando Maradona y Juan Carlos Pasman.
Alguien que luchó siempre por tener libertad de expresión, y criticó fuertemente la falta de ella fue Mario Bonino, periodista y militante de la UTPBA, quien fue secuestrado y desaparecido el 11 de noviembre de 1993, y cuyo cuerpo apareció cuatro días después flotando en el Riachuelo.
Bonino se desempeñó laboralmente como periodista deportivo en los diarios Popular, Sur y La Razón, y en 1993 trabajaba en el área de prensa de la UTPBA, como redactor de las ideas de la entidad.
En sus últimos meses de vida, se encontraba distribuyendo comunicados por las agresiones a los periodistas.
Fue el primer periodista asesinado luego de la vuelta de la democracia.
El hecho sigue impune y familiares y amigos siguen pidiendo justicia.

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